No voy a hacer una ficha técnica,
ni un comentario cinematográfico, ni voy a hablar de la pertinencia de que gane
uno o cinco óscares o no los gane. Simplemente me gustaría compartir emociones,
sentimientos, miedos y sobretodo la reflexión que impone ver este film de
Michael Haneke y que tan bien interpretan Jean-Louis Trintignant y la excepcional Emmanuelle Riva. ¿Se trata
de una creación artística o es una desgarradora y descarnada historia del amor
entre dos personas que llegan juntas al final de sus vidas biológicas? Si se
trata de una creación literaria o fílmica es decir artística si se quiere, no
cabe duda de que llega al fondo del tema; trata sin duda del sentimiento humano
del amor en su máxima profundidad, llega al “aquello que nunca queremos pensar”,
la verdad pura y simple sin adornos culturales (religiosos o morales). Sin duda
amor y muerte andan juntos. Aunque en este caso no es la muerte la que arrebata
al ser amado sino que por amor entrega a la amada a la muerte. ¿Pero la
liberación del sufrimiento es a la amada o a sí mismo? ¿Es esto disociable? En
esta pareja que aman, ¿son espejo y reflejo uno y otro? ¿Son uno solo? o esto
es ya otra cosa: “amor romántico”… pasamos la vida buscando el amor, y a pesar
de que todos decimos que lo conocemos ¿lo
llegamos a conocer? O nos quedamos enredados en el romanticismo!…
sed felices, manolo marzal.