domingo, 16 de septiembre de 2012

¿Hay que revisar las relaciones intergeneracionales?


¿Hay que revisar las relaciones intergeneracionales?
Parece que ya van apareciendo poco a poco comentarios, opiniones acerca de las consecuencias que está teniendo aplicar medidas de corrección para superar esta crisis económica. Hasta ahora lo habitual era el silencio, la “callada por respuesta” por parte de los sesudos economistas financieros o de políticos que se limitaban a relatar hechos, datos redundantes sobre la crisis pero en ningún caso plantear las causas de esta crisis y hacer partícipes de sus planes a los ciudadanos. Joaquín Estefanía nos da hoy su opinión en El País acerca de cuales son algunas de las  consecuencias estructurales de la crisis en España, según el informe de la FUNCAS. Según este informe parece que los mayores en España no son el eslabón más débil de la cadena económica. El informe “Generaciones y relaciones intergeneracionales” afirma que el papel de los mayores en las familias se ha reforzado y que incluso son el eje estabilizador de las familias. Me parece esta una interpretación sesgada, demagógica y que no va precisamente en la línea de la búsqueda del empoderamiento de este grupo social (el de los mayores). Es evidente que si los mayores, con toda su desprotección por parte del (en vías de extinción) Estado del Bienestar, tienen que apechugar con las consecuencias de la crisis en las vidas de sus hijos y nietos, es para agradecérselo pero en ningún caso esta actitud de los mayores debe dejar de verse como una carga más y muy pesada que se añade a las deficiencias por no decir abandono de este grupo social que sigue luchando contra la marginalidad en esta sociedad discriminadora. Que aquí y ahora en nuestro País haya medio millón de familias sostenidas por “la pensión del abuelo” y que sostenga al hijo, al nieto y al “dependiente” no es causa de orgullo para todos en general y los abuelos en particular sino de todo lo contrario, de sonrojo general.
El “estado de bienestar” a cuyo amortajamiento nos están obligando a asistir ha hecho dejación de funciones en muchas cuestiones pero particularmente en los jóvenes. Y, como consecuencia de esa dejación tenemos “los ninis”. Ante tanta dejación no nos queda más remedio que aumentar la “solidaridad intergeneracional”, de lo contrario este barco se va a pique.
Joaquín Estefanía hace también mención de otro informe, este de la OCDE (“panorama de la educación 2012) en el que dice: “Casi uno de cada cuatro jóvenes entre 15 y 29 años (y el 29% entre 25 y 29) son nini. En niveles absolutos, casi dos millones de personas”…mal futuro para este País a largo plazo….¿También los abuelos debemos ser la solución de esta situación? ¿Debemos cambiar de metodología en la investigación de las relaciones intergeneracionales? ¿Sirve de algo lo que hemos estudiado sobre Intergeneracionalidad?...

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Intergeneracionalidad y Envejecimiento Activo


Intergeneracionalidad y Envejecimiento Activo

dado el año en el que estamos recupero para vosotros esta reseña-comentario que hice en el 2011
Os presentamos un resumen del trabajo: “Descripción, análisis y evaluación de los Programas Intergeneracionales en España. Modelos y Buenas Prácticas”.
Sus autores son: MARIANO SÁNCHEZ MARTÍNEZ (Departamento de Sociología. Facultad de Sociología y Ciencias Políticas. Universidad de Granada). SACRAMENTO PINAZO HERNANDIS(Departamento de Psicología Social. Facultad de Psicología. Universitat de València).  JUAN SÁEZ CARRERAS (Departamento de Pedagogía Social. Facultad de Pedagogía. Universidad de Murcia).PILAR DÍAZ CONDE (Departamento de Psicología Social y Metodología de las Ciencias del Comportamiento. Facultad de Ciencias del Trabajo. Universidad de Granada). JUAN LÓPEZ DOBLAS (Departamento de Sociología. Facultad de Sociología y Ciencias Políticas. Universidad de Granada). CARMEN TALLADA SÁENZ-LÓPEZ (Departamento de Sociología. Facultad de Sociología y Ciencias Políticas. Universidad de Granada).
¿Qué implicaciones tiene un envejecimiento activo?
Una vida social activa y el apoyo de las relaciones sociales construidas a lo largo de la vida juegan un importante papel en el logro de un envejecimiento saludable, beneficiando a partir de la integración y participación en actividades comunitarias y propiciando la continuidad en un rol social activo.
Las redes sociales protegen y ayudan a mantener la capacidad de realizar las actividades  cotidianas necesarias para una vida independiente. La participación comunitaria es muy beneficiosa y los vínculos juegan un papel significativo en la reducción de la incidencia de la discapacidad, y las relaciones sociales tienen una asociación positiva con la salud mental de las personas mayores.
Una vida social activa, con una buena red social y con participación en la vida comunitaria protege de la mortalidad y predice el mantenimiento de la capacidad funcional y de la función cognitiva, retrasando, por ende, la dependencia.
Un entorno idóneo para esa participación social y comunitaria lo ofrecen los programas intergeneracionales. Los programas intergeneracionales se basan en la noción de que existe una sinergia entre el niño/joven y la persona mayor y de que esta conexión es oportuna y natural y se basa en necesidades recíprocas.
En EE.UU. existen programas intergeneracionales desde 1970, en comunidades urbanas y rurales en una variedad de escenarios como escuelas, guarderías, residencias, centros de día, centros comunitarios, bibliotecas.
Todos estos modelos han sido diseñados para promover relaciones importantes y continuadas entre nuestras personas mayores y los niños/jóvenes y ofrecer oportunidades para que dos generaciones actúen recíprocamente en actividades que promuevan el crecimiento, la comprensión creciente y el respeto mutuo. Manolo Marzal