miércoles, 3 de marzo de 2010

¿Somos los jubilados un Lobby?

¿Somos los jubilados un Lobby? ¿Podríamos serlo? ¿Os imagináis si lo fuésemos?...

Empecemos definiendo el término “lobby”. Un Lobby es una institución o un grupo de personas que se unen con el propósito de hacerse oír, de influir en las decisiones de nuestro gobierno, ya sea a nivel nacional, autonómico o provincial, para que su opinión tenga un peso y un valor y para que las actuaciones políticas que afectan a ese grupo de personas se lleven a cabo teniéndoles en cuenta.

Existen Asociaciones como la “Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de España” (UDP) que actúan en defensa de estos derechos que mejoran la calidad de vida de nosotros las personas mayores, pero no tienen poder suficiente ni siquiera la más grande de España (http://www.mayoresudp.org/congre-vi.php) como para ejercer toda la influencia necesaria para cumplir con las necesidades de este gran colectivo de la población.

Si se está “debatiendo” durante las últimas semanas temas como la “reforma de las pensiones” o el “retraso en la edad de la jubilación” incluso, como sabéis, se han realizado y se están realizando (ayer mismo se manifestaron los ciudadanos de Teruel contra “el pensionazo”)en las principales ciudades de nuestro País grandes manifestaciones convocadas por los sindicatos mayoritarios para rechazar el retraso en la edad de jubilación, al parecer la propuesta del gobierno…

¿cómo no se ha tenido en cuenta desde el principio a los “jubilados”? Los colectivos de jubilados existen y sus representaciones también, por ejemplo La UDP, CEOMA y el Consejo Estatal de Personas Mayores, pero por lo que vemos no tienen poder para “influir” en la exigencia de la salvaguarda de los derechos de los mayores. Y ya no pienso en la salvaguarda de los derechos “culturales” o en los sociales sino en cosas que afectan a la misma posibilidad de una vida digna como son las pensiones y lo que las afecta: la supresión de la deducción de los 400€, la revalorización de la pensión en un escaso 1%, el aumento de la retención fiscal al 12% de muchísimas pensiones, la subida de los gastos más importantes del mes como son la electricidad y el gas, y por supuesto la cesta de la compra… por no hablar de las “cargas añadidas” como son los nietos e incluso últimamente los “hijos” que nos llegan con “la hipoteca bajo el brazo”... o los problemas derivados de esta situación.

Y, como en casi todas las cuestiones importantes en nuestro País, se dicen y hacen las cosas de golpe, sin previsión, a golpe de titulares de prensa y de telediarios, consiguiendo así a golpe de amedrentamiento, la sumisión de los colectivos afectados; nos tienen "asustados". Esto no puede ser así en la forma de gobierno que nos hemos dado, la democracia. El planteamiento del problema de la financiación de las pensiones basado en la cotización de los trabajadores en activo ya tiene desde hace tres décadas su tiempo de reflexión. Quiero decir que el problema es conocido, pero la voluntad política para resolverlo con eficacia, nula. Se sigue bajo el paraguas de “moralina” del “pacto para el acuerdo” dando soluciones o más bien “resoluciones” cuando no “decretazos”, improvisadas, al “bote pronto”, como la propuesta de alargar la edad de jubilación a los 67 años sin otra razón que la de que si los 35 años de cotización no dan para el aumento de la población mayor del futuro, pues ampliemos a 40 años y resuelto… todo menos informar a los ciudadanos de las cuestiones que constituyen el problema del sistema actual de pensiones (sistema de cotizaciones, fondos de reserva, derechos adquiridos, seguro de pensiones, y otras muchas cuestiones de las que soy ignorante…) pero sobre todo dar pie a la PARTICIPACIÓN de los ciudadanos, que para eso están organizados en asociaciones que velan por si mismas sus derechos y obligaciones.

Hace ya tiempo que “todos” nos hemos dado cuenta que la democracia necesita del asociacionismo de los ciudadanos, y la propia administración cumple con su obligación de fomentar el asociacionismo. PERO otra vez nos encontramos con la trampa, NO se atiende a las asociaciones, no se les da “cancha” política. Aún no está (la UDP) en el foro adecuado (Pacto de Toledo) para hablar de pensiones. ¿Qué hace falta para que se reconozca la utilidad de esa presencia en ese foro?

De todo sobre lo que hay que hablar tenemos mucho que decir en este caso los mayores, los jubilados y por tanto los pensionistas. Tendríamos que hablar y buscar acuerdos sobre: la heterogeneidad de los sistemas de pensiones en cada uno de los países de la Unión Europea, la ausencia de una legislación comunitaria y de un marco estadístico armonizado, la comparación entre el salario de retiro o pensión de jubilación que perciben los jubilados de los estados miembros. Exigiríamos a la administración que realizase estudios comparativos que ayudasen a esclarecer el problema; a saber, edad, sexo, estado civil, años de cotización, porcentaje sobre el sueldo bruto anual, niveles de protección social, planes complementarios, coste de la vida etc. En mi opinión, las personas mayores tenemos derecho a expresar nuestra voluntad de seguir formando parte “activa “de la sociedad y por tanto de expresar nuestra voluntad de integración social y manifestar nuestra opinión política y participar con ello en nuestro ámbito ciudadano.

Por fin parece que algo empieza a cambiar, lo comento como algo que como jubilado me parece de sumo interés… el pasado martes 16 de febrero acudieron los presidentes de CEOMA D. Luis Méler y D. Luis Martín Pindado de La Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de España a la comparecencia ante la Comisión no permanente del pacto de Toledo para informar sobre la propuesta de reforma del sistema público de pensiones que contempla alargar la edad de jubilación a los 67 años, en el Congreso de los Diputados de España ( podéis ver la intervención en: http://www.mayoresudp.org/noticia.php ). Y esto es lo que parece más interesante, dijeron cosas importantes a los comisionados, cosas que no oímos en los telediarios ni en los periódicos y que demuestran que los Mayores europeos y españoles debemos PARTICIPAR a través de nuestros representantes en las instituciones. (Los mayores, por el hecho de serlo ya estamos representados en ellas) con capacidad de resolución efectiva de los problemas.

Lo que me parece triste es que ya no hayamos vuelto a saber nada ni de las conclusiones que han sacado los Sres. Diputados ni del “papel” que deben cumplir las Asociaciones a partir de estos tiempos duros que corren. Saludos a tod@s

Manolo marzal

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